Actualmente existe una descentralización entre los diferentes centros de salud, en relación a la historia clínica. Las promesas de una única historia clínica no acaban por materializarse y como consecuencia de este problema muchos pacientes se ven obligados a repetirse pruebas innecesariamente. En este sentido, la tecnología blockchain puede presentarse como una solución eficaz.
Esta tecnología fue presentada por primera vez por Nakamoto (2018), quien publicó un artículo en 2008 para Bitcoin. La red Blockchain es una arquitectura subyacente que tiene unas características únicas como una base de datos distribuidas, una red descentralizada, una mejor seguridad y un sistema de confianza en transacciones verificables entre pares.
Uno de los retos que se presenta a la hora de poder intercambiar esta información de datos sensibles, como son los de la salud, es la privacidad y la gestión de su seguridad. Una solución para ello es utilizar el Identificador de Pacientes Único como ya han utilizados investigadores (Mettler, 2016; Sohaib, 2019) usando la autorización de pacientes para compartir datos con otros usuarios de esta tecnología sin involucrar a terceros a través del Smart Contract.
SMART CONTRACT: BLOCKCHAIN EN SALUD
Esta tecnología otorgará a los usuarios el control sobre sus datos, siendo los propios pacientes quienes gestionen y controlen el acceso, y el uso que se hace de su historial clínico. De hecho, ya existen proyectos en este campo como Adichain. Así, el conocer parte del historial del paciente permitirá detectar patrones ante ciertas enfermedades y conseguir tratamientos más efectivos.
Esto se podría conseguir al implementar un nuevo sistema distribuido y paralelo con gran ancho de banda para análisis de Big Data, que con el uso de Smart Contract y características de contabilidad distribuidas de blockchain, proporcionarán características de integridad de datos aun siendo estos dispares.
De esta forma se abordaría el problema de identidad del paciente, la seguridad de sus datos y su acceso estando bajo el control de ese paciente específico. De esta manera, se eliminaría la falta de confianza para compartir datos, y se lograría, mediante las características seguras de la tecnología blockchain, compartir datos con el uso de los Smart Contract.
Éste es solo un ejemplo de la utilización del blockchain en salud. En el que, como hemos visto, nos proporciona almacenamiento de registros médicos, acceso personalizado a pacientes y permite el procesamiento de múltiples partes en los datos de atención médica de los pacientes sin comprometer la privacidad.
A lo largo del Máster de Innovación en Salud Digital (ISD) de la Universidad Complutense de Madrid presentaremos más casos de uso de esta tecnología en la asignatura Blockchain en salud en la que se podrá ver el potencial de uso y se profundizará sobre su utilización con otras tecnologías como el Big Data o incluso la genómica.